Artesanía y medievo son conceptos que se enraizan. Los amanuenses en los monasterios organizaban verdaderas cadenas de montaje para crear un incunable, los gremios que en las ciudades se agrupaban por barrios, llenando los espacios urbanos de peculiares olores y texturas.
Plazas, calles y angostas callejuelas son los laboratorios donde laboriosamente se da forma al barro, a la piedra, al cuero, al hierro.... Manos expertas y mentes creativas dan forma a la materia en bruto hasta trasformarla en una obra de arte.
El paisaje urbano y paisanaje son los elementos necesarios para que el viajero se adentre en un oficio milenario.
En esta edición Consuegra Medieval dedica un espacio a la artesanía con mayúsculas, a aquellos que siguiendo los métodos de antaño hacen que, ogaño, podamos disfrutar de un oficio ancestral. En la Plaza de España de Consuegra la artesanía y los artesanos tendrán su espacio.
El viajero tendrá la oportunidad de ver lo que durante el año, los talleres esconden.
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